Con la exigencia de una auditoría al ISSSTEP, eliminación del ISR, mayor seguridad en las carreteras y agilizar los procesos de jubilación y basificación de maestros, fueron las principales demandas de más de 20 mil trabajadores del SNTE y CTM que marcharon en las calles de Puebla en la conmemoración del Dia del Trabajo.
Por segunda ocasión el gobernador Sergio Salomón Céspedes se sumó a la marcha, después de que encabezó la ceremonia por el Día del Trabajo en el Parque Juárez, para trasladarse con los líderes sindicales y su gabinete al barrio de Analco donde se instaló el templete, para el pase de los contingentes de los trabajadores sindicalizados.
Entre los líderes sindicales se encontraron,Leobardo Soto Martínez, de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Puebla y Alfredo Gómez Palacios, de la sección 51 del SNTE.
Más de 20 mil trabajadores marcharon con pancartas y lonas en mano, para exigir mejoras laborales y en los servicios, principalmente en los de salud, muchos de ellos, señalaron que carecen de los medicamentos más sencillos como el paracetamol.
Los trabajadores de educación al servicio del estado, exigieron una auditoría al ISSSTEP, para que garantice consultas y medicamentos, así como pensiones.
Por más de una hora, los trabajodores de la Sección 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) pidieron a las autoridades estatales la aplicación de una auditoría al ISSSTEP, tras señalar que no hay medicamentos.
Señalaron que es necesario una reforma integral al sistema de pensiones para que éstas sean justas y estén garantizadas.
Otra de las demandas es la desaparición de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestra y Maestros (Usicamm), al sostener que no funciona.
Los integrantes de los sindicatos de trabajadores adheridos a la CTM, desde la industria harinera, hasta transportistas de carga, colocaron en sus camiones lonas en las que pedían al gobernador mayor seguridad en las carreteras.
Sostuvieron que los chóferes son víctimas de robos y secuestros, además denunciaron extorsiones por parte de policías y gruyeros.
A la par, exigieron la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, lo que implicaría dos días de descanso; aunado al aumento de aguinaldos para que reciban 30 días de dicha prestación y no solo 15.